domingo, 4 de octubre de 2020

¿El rompimiento?



¿El rompimiento?

Han pasado meses desde esa noche, nuestras vidas han cambiado, cerramos la cafetería, desde hace un par de semanas regrese a la escuela, pero la escuela se siente tan vacia sin mi generación, y ahora estoy con estos chicos que piensas que por estudiar gastronomía tendrán un lugar seguro en la vida, las chicas cada ves aman mas la repostería. Magicamente las chicas me odias, tengo ese efecto, diablos que estuidez ni me conocen, lo gracioso es que estudio con el hermano menor de una amiga, me adapto fácil, y las materias que creía que nunca comprendería las comprendo, no hablar con tus compañeros tienen sus ventajas. 

Santiago comenzó un  nuevo trabajo, en ventas en una comercializadora por lo cual solo me hace pensar en Luis de vecinos, pero mi guapo es bueno es ventas, que decidirse por ese trabajo no me agrado en lo absoluto por que el titulo lo tiene de adorno, pero al final tenemos cuentas por pagar. Ese trabajo es muy demandante pues trabaja mucho, por lo general los sábado salía temprano, pero ahora ya no. Es nuestro solamente el domingo, pero un solo dia no basta, y trato de ser  egoiste pero al final, soy la que le acaba recordando que también tiene familia como sus padres y sus hermanas. 

El intinerario de mis días son asi, despertamos hacemos el amor en unos 6 minutos, ducha, casa de Maggy escuela, salir de clases comprar ingredientes, estudiar, ir por Nikki irme a mi departamento y no huir en mis obligaciones de esposa. 

El dia de hoy estoy haciendo Lassaga todo mi departamento huele a boloñesa, es tan adictiva el olor a esa salsa, con mucha pero mucha albahaca. También preparo ratatuile, tenia un mitad de berenjena a en el refrigerador, dios castiga a la gente que desperdica los alimentos. Nikki esta en su habitación pintado en su libro para colorar, en un par de meses pobre le espera la escuela también a ella. Destapo una botella de vino, y preparo la mesa. 

Llega Santiago, se sienta mientras lo abrazo por detrás. 

- Rayos Santiago hueles mucho a cigarro. 

- Lo siento mi compañero fuma demasiado  ire a cambiarme – se levante y se va a la habitación – 

Preparo la mesa, llevo a Nikki conmigo y la siento en su lugar, cenamos. 

- Nicole – dice bajando los cubiertos, y dándole un sorbo grande a su copa- 

- tu mal dia se merece un Nicole?

- Si asi es, porque tu eres la responsable de mi mal dia, sabes. 

-Lo miro sin comprender de lo que habla- Hablamos cuando Nikki se duerma 

- Si como sea. 

Lo miro molesta, quizás el cansancio de todo el dia no sea suficiente, terminamos de cenar, lavo los platos sucios, tratando de recordar todas las cosas malas que he hecho en los últimos días, y nada se me viene  a la mente. Limpio la mesa, juego un rato con Nikki, prendo mi Mac para continuar con mi tesis porque la importancia de la cocina autóctona de Tlaxcala no se va a escribir sola, Nikki se queda dormida con el televisor de la estancia encendido, la cargo, vaya que pesa ya, y la llevo a su camita. Y regreso a la estancia, con la mesa llena de libros, y una taza de café gigante, se sienta enfrete de mi Santiago, quien solo cierra mi ordenador frente a mi. 

- Es fue muy grosero – digo en voz baja- me puedes decir que hice? 

- Me siento estúpido – se voltea, y me mira muy molesto – Nicole tu en la escuela y yo trabajando…

- Ese es el plan, te molestas que estudie 

- A decir verdad si, no eres la misma chica que conoci, eres el cisne que era el patito feo 

- lo interrumpo – espero en verdad que esto lleve te lleve al punto 

- Liam y yo estábamos hablando, estábamos recordando cuando el auto se descompuso y tuvo que venir por mi a la casa

- Si recuerdo – pongo mi mano en mi cara, apoyo mi brazo en la mesa – 

- Dijo que eras sexy, y que era un idiota, la gente nota los detallas esa forma de limpiar el departamento tan desquiciada que tienes, ese olor a comida cuando cruzas la puerta. 

-Y estas molesto conmigo por que soy sexy – me rio – 

- Diablos Nicole lo disfrutas. Odio que te vean sexy, eres madre puedes ser linda, educada pero sexy no. Cuando estaba a punto de golpear a Liam llego una chica, quien dijo que te veio con un un tipo tomados de la mano – lo miro cada de mas molesto – 

-Entonces eres un verdadero idiota porque no me conoces nada. – me paro molesta, desconecto el cable de mi Mac-  

Tomo un libro de la mesa, y me voy a la habitación de Nikki, miro la pequeña habitación, intento contar los ladrillos, las pequeñas mariposas que tiene en la pared, el adorno de unicornio que tiene en la puerta, empiezo a leer mi pequeño libro de bolsillo que me costo mucho conseguir, con los animales comestibles de la ciudad, leo un par de hojas la verdad no puedo concentrarme en las letras, tengo una mezcla de sentimientos disfruto que Santiago sea un poco celoso, me deprime al notar que no me conoce, el podría pensar que puedo quizás tener un romance con un compañero de la universidad, lo que no sabe es que para tener un romance las personas te tienen que hablar, quizás las personas cuando hacen cosas malas quieren creer que las demás igual. En toda mi vida he sido buena persona, ayudo  a las demás personas en lo que puedo. Juanita una vez hablo conmigo y me dijo que las buenas personas son pocas en el mundo, porque al final Dios tiene planes grandes para ellas, pero tiene caso sufrir mucho en el camino, quizás a dios le divierte el sufirmiento de su creación, cierro los ojos para hablar con Dios. 

Cuando mi alma se encuentra tranquila, voy a mi habitación donde Santiago se encuentra acostado mirando Alienigenas ancentrales, lo miro apunto de dejar caer unas cuantas lagrimas, y solo me acuesdo a un lado de el. Me abraza y me da un beso en el cabello, me acaricia el cabello, lo tomo de la mano, le acaricio el cabello.

Mi mirada se topa con la suya, pongo mi mano derecha en su corazón, le beso la frente, lo abrazo mientras le acaricio el cabello.  Siento su respiración en mi cuello, su aroma, mi Santiago. Me despierto con la oscuridad abrazandome, atrapa en los brazos de mi guapo, lo miro dormir, le acaricio la mejilla, y se despierta. 

- Vuelve a dormir 

- En que piensas Bonita?

-Tengo miedo 

- Miedo? De mi?

-De los dos, tu lo dijiste hemos cambiado. 

- Crecimos un poco – me acacia las mejillas – Nos ha costado el lugar donde estamos 

- Pero somos diferentes… tu eres diferente. Si el camino nos destruye. 

- Entonces sabremos que no eramos el uno para el otro. –me da un beso en la frente- vamos a seguir durmiendo 

Lo miro,sabe que eso era todo lo que menos quería escuchar, pero al final tiene razón, volvemos a dormir. Lo miro dormir, amo hasta sus pequeños grandes defectos y eso es realmente malo para mi, sus palabras no dejan de hacerme eco en los oídos, cierro los ojos. 

Sigo tachando los días en el calendario, la clases cada ves aunmentan en su grado de dificultad, el dia de hoy en mi clase de cocina fría hicimos unas figuras de hielo, me encanta  el sonido de la sierra cortando el hielo, cuando están apunto de acabar mi clases miro asi la puerta de la entrada y ahí esta parado en la puerta con una camisa de manta naraja, con unos lentes oscuros. Cuando acaba mi clase, voy y lo abrazo. 

Se quita los lentes, sus ojos verdes casi no se notan, por lo rojo que están, su mejillas están sonrojadas, y sus labios están horribles necesita hidratarse con urgencia. 

- Mira ese es el mio – le digo señando una escultura de cuchillo – No es la gran cosa pero es bastante complicado manejarla sierra. 

- es lindo – me abraza – 

- Voy mi mochila y nos vamos 

Solo mueve la cabeza, es tan lindo que haya venido a la univerdad y aun mas cuando no puede alinear la mirada, quizás el dia de ayer si tomo suficiente, pero eso no importa porque esta aquí. 

Salimos de la escuela, me toma de la mano, vamos al auto. Nos quedamos en el auto. 

- te gusto que viniera?

- me encanto. 

- sonríe – oye me hablo mi goldo hace un rato, vamos?

- Si claro 

Me besa, y lo beso. Me jala el cabello, y nos vamos. La verdad es que tengo tantas ganas de ver a Charly, quizás exagere y realmente necesito una amiga. Siento la mano de Santiago en mis piernas, le sonrio. 

Llegamos con su novio a un lugar que es una tienda un poco grande pero tienda, nos sentamos, piden cerveza, yo tomo a la par que ellos, hablan de grupos de metal, y en unas horas va a ver un cocierto de esos pequeños con gente malvada. No me agrada mucho la idea de ir, pero acabo aceptando. 

Salimos de ese lugar para llegar a ese concierto, donde todos visten de negro, chicas que son inmunes al frio pues tiene faldas super cortas negras, y blusas si se pueden llamar, que me hacen sentir rara con mi pantalón a cuedros blanco con negro, zapatos de cocina negros, y una chamarra verde oscuro. 

Cuando la noche cayo, llego mi quería Charly quien al verla la abreze. 

- Nicole en uno de estas tocadas?

- Mañana es el apocalipsis, pero hoy esta bien. 

- me abraza – el Apocalipsis siempre tiene un mañana 

- te extrañe 

- vamos a tomar algo. 

- claro, pero te advierto que estuve tomando algo con los chicos. 

Dejamos a los novios solos, los bolsillos de mi chamarrason tan pequeños no cabe mi teléfono, por lo que decido dárselo a Santiago. Antes de beber algo, tengo mucha hambre asi que buscamos algo que comer, hablamos un rato, la vida amorosa de Charly es muy interesantes pues tiene mucho pretendientes, me cuenta de sus salidas, pero esta enamora de su jefe de su trabajo. 

Cuando terminamos de comer regresamos, veo a Santiago y se ve realmente molesto, me toma del brazo, y me lleva al auto. Me mira como si quisiera desaparecerme, no entiendo lo que esta pasando, me avienta el teléfono la cara y hace que me enfuresca. 

- Que carajos te pasa! 

- Marcale al estúpido de Ben quien te estuvo marcando 

- Es mi amigo y lo sabes!

- No me vengas con esa estupides Nicole!  

En un abrir y cerrar de ojos siento que me arde la cara, siento nuevamente su puño contra mi cara, me jala el cabello y azota mi rostro contra el tablero del auto, enciende el auto y empieza a menejar muy rápido, en un semáforo en rojo mi instinto de supervivencia se activa, y sin pensarlo abro la puerta de auto, y me bajo, camino lo mas lejos que es posible, pero a los pocos segundos su brazo me detiene, me empuja haciendo caer al suelo, me tapo la cara con las manos, cuando mi corazón se quiere salir del pecho, abro los ojos rodeada de mi propia sangre. Me quito las manos de la cara, me encuentro con un Santiago mirándome horrorizado. 

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