LAS NIKKIS DEPRIMIDAS.
Los rumores que al final acaban siendo realidad, los pensamientos que acaban siendo crueles realidades, la vida ha dejado de tener sentido. Es estúpido porque tengo a mi bella hija conmigo, pero el ser madre no me da el derecho de estar jodidamente rota. Trato de ser positva, pero la nube negra me acompaña 24/7.
Me veo al espejo, he bajado 10 kilos, pero al final nunca me voy a volver a sentir bonita. Solo cocino en la escuela, porque al salir de ella, me drepime cocinar, es tonto pero me recuerda a el. Aprendi recetas nuevas para cocinárselas a el, y ahora, cocinar es un acto de dolor mezclado con recuerdos.
Quizas nunca vi la realidad, quizás nunca vivimos juntos y mi mente creo recuerdos tan complacientes, quizás tuve el valor, y acompañe a mi quería Brie y toda esta mierda es producto de mi imaginación.
Hoy es el cumpleaños numero 4 Nikki. Es una alegre niña, pero hoy en el dia mas feliz del año para ella y se encuentra muy triste. Los sentimientos de las personas son algo que nunca vas a poder controlar, quisiera encerrar a Nikki en una pequeña burbuja con paredes rosas, donde todo lo malo quede atrás de esas paredes, se ha vuelto un poco gruñona, se enoja demasiado fácil, a veces pensarías que estas hablando con una chica de 14 años, lo cual es ilógico porque apenas tiene 4.
Siempre he sido Mami para mi bebe, pero en estas ultimas dos semanas, me llama Nicole, no me molesta porque se que esta dolida y abrumada. Estamos en una tienda de disfraces junto a Tessa.
- Te gusta Nikki? – dice Tess con un disfrazas de Rapunzel
- Si ese – lo dice sin prestarle atención al vestido -
- No te ves muy convencida
- Nicole le puedes decir que si me gusta, y ya me quiero ir a mi casa, tengo sueño y quiero leche. – Dice Nikki tallándose los ojos –
-Esta cansanda no durmió bien – cargo a Nikki-
Pagamos el vestido, pasamos a una dulcería donde compro algunos dulces, y una bonita piñata del camaleón de la pelicula de enredados, subo a Nikki en el auto, le acomodo en su asiento para niños, y le acomodo el cabello.
Pasamos una tarde agradadable, en el jardín de la casa de Maggy hay un inflable, un carrito de hamburguesas, una mesa de dulces. Algunos de sus compañeros de Nikki del Kinder.
Estar rodeada de la gente que la aman le ayuda un poco con su humor, pero conozco a mi hija, en el fondo de esos preciosos ojos marron claro, se le nota un vacio muy grande. Cuando Santiago se fue, le dije que si iria por trabajo pero los niños no son estúpidos.
Cuando termina todos, arreglo la casa pues mis abuelos son personas grandes, y les molesta en gran manera el ruido después de las 9:00 pm, asi que las fiestas no duran es esta casa. Las fiestas de Nikki nunca se sirve alcohol todo es infantil. Cuando estábamos abriendo sus obsequios en nuestra habitación, Nikki tiene una caja en sus manos, es una muñeca muy bonita pero la ve, y la tira a la basura.
- Nikki puedes hablar conmigo soy tu mama – le digo acariciándole el cabello
- Mi papi me odia porque me porto mal, no me quiere por soy traviesa. Y me dejo contigo – se pone a llorar
Se pone a llorar, la cargo, y cada una de esas palabras me hieren en el alma, y no puedo evitar sentirme culpable por sus palabras, lloramos juntas abrazadas.
- Eres la niña mas perfecta es este mundo. – le limpio las mejillas – eres perfecta Nikki.
- Que hicimos mal Nicole.. ¿porque ya no nos quiere?
- No lo se Nikki – la abrazo- No hay nada malo con nosotras Nikki somos buenas personas, somos educadas, amables, y siempre estamos para los demás, pero hay gente traviesa, y cuando las personas son traviesas no pueden pensar mas alla.
- Santiago es travieso?
- Nikki no puedes decirle asi, es tu papi. Aun que sea un papi muy ocupado y travieso.
- Solo es Santiago… como tu eres Nicole… y yo soy Nicole. Solo son nombres, y los nombres no significan nada. Tu también eres traviesa, luego solo te veo unos momentos.
- Ya pronto se va a acabar la locura de la univerdad, y tendre un mejor trabajo para que que estemos juntas.
- Cuando rompres una promesa, las promesas ya no se pueden a volver a juntar ni con el mejor pegamento.
- Lo se, confía en mi.
- Mami nos vamos a dormir.
- Si preciosa.
La cargo nos recostamos en la cama, siento sus manitas por mi cara, tenemos los mismos ojos, el mismo color de piel, los mismos horribles habitos alimenticios, y las dos estamos rotas. Que pasa cuando dejas las puertas abiertas de tu vida para alguien que no le interesa saber nada de tu vida, los hechos hablan mas que las palabras.
“Se que estas ocupado, pero no creo que el escribir un mensaje de felicitaciones para tu hija tomara mas de cinco minutos” mando el mensaje. No hubo respuesta. Quizás es hora de que nos armemos de valor, y cerrar las puertas por dentro.
Los abuelos de Nikki le hicieron una pequeña comida un sábado por la tarde, teníamos miedo de asistir pues creo que esa familia es de Santiago, y nos sentiríamos como intrusas, pero al final no quiero ser una mala persona, y si sus abuelos buscan a Nikki quien soy para separarlos.
Dudamos de nuestro porpio juicio llegamos a una casa, hacemos un par de bromas, y comemos.
Mientras miro a mi hija jugar con sus primos, tomo una copa de vino tinto, y siento una mano en mi rodilla.
- Tranquila los malos momentos no duran para siempre.
- miro a la mujer – Eso espero Lina, es cansado tener tanto peso en mis hombros, pero el vino lo aliviana un poco – rio nervisa.-
- ven
Me toma de la mano, mientras vamos a caminar en la parte de atrás de la casa, donde están construcciones viejas, con paredes muy gastadas, sin techos, llegamos a un árbol de nuez que esta muy atrás de la casa, con el pasto verde alrededor de el, nos sentamos. Esa mujer de alrededor de 50 años, de compleción delgada, con cabello oscuro mediano, no aparta su mirada sobre mi, acaricia mis mejillas, mientras pasa sus dedos por mi cabello.
- Nicole te conozco, dime que pasa.
-La verdad no quiero hacerlo – miro hacia el cielo- sabes que te quiero Lina, y muchas cosas te las he contado a ti, o tengo mucha confianza con tus hijas, pero me da miedo si hablo con alguien… es torpe
- Tu no eres torpe. Quizas Santiago mucho. – dime –
- Santiago tiene una nueva relación, y trato de ser madura. Y dejo todas las puertas de contacto que existen en el mundo para que nos contacte o por lo menos a Nikki pero no lo hace.
Mientras mis palabras salen de mi boca, siento un nudo horrible que no me deja hablar, mis ojos se llenan de agua. Lina me abraza, siento como moja mi espalda. No hay nada mas humillante que estar llorando con la madre de tus ex. Al final lo necesitaba, no puedo decir que me siento mejor porque quizás nunca vuelva a sentirme bien.
- Te importa que piense la gente, que Santiago es un padre desobligado?
- En cierta manera, no me agradaría que alguien lo odiara por ser como es.
- Eres buena persona Nikki.
Odio ser buena persona, a las buenas personas les pasa de todo, y la gente te ve y dice; Dios no se equivoca porque pone a sus mejores guerreros para enfrentar las peores cosas. Diablos como quierea ser mala persona para que la vida este a mi favor. Con el atardecer y ya casi entrada la noche, nos vamos nos despedimos. Llegamos a nuestra casa.
Prendemos las luces, encendemos el televisor, Nikki se siente a mi lado. Le beso el cabello, mientras nos tomamos de la mano.
- Nicole cuantos días han pasado desde que no vemos a Santiago?
- No lo se Nikki, creo que ya perdi la cuenta.
- Te digo un secreto y no me regañas – se acerca a mi oído- estoy molesta con el.
- Yo también. – lo digo sin pensar-
Estamos muy molestas, esto es una puta injusticia, porque nosotras tenemos que esar jodidamente rotas mientras ese tipo esta como si nada disfrutando de su puta vida. Has sentido que necesitas correr para alejarte de algo temible, necesitábamos hacer algo para sacar un poco el dolor. Recorde que en una de las cajas de Santiago estaban sus discos de metal de edición limitada, tomo con el brazo la caja, tomo a Nikki de la mano, y vamos a la cochera.
- Nikki todos nos han dicho que somos buenas personas… Pero necesitamos sacar lo malo antes de que nos consuma por dentro. Vamos a destruir esto como se nos de la gana aventándolo a la pared, con lo que sea.
- si
Con Iron Maiden de fondo, empezamos a arrojar los discos contra la pared como desquisiadas, uno tras otro, cuando no hay discos que romper, volvemos a arrojarlos, Nikki los patea con fueria una vez en el suelo, con mucho plástico en nuestros pies nos sentamos en el suelo.